Rodeada por el Océano Pacífico, Ensenada es el municipio más grande de México. Nombrada en 2015 Ciudad Creativa de la UNESCO por su gastronomía. 

No hay mejor bienvenida a Ensenada que un cóctel de almeja en cualquier carreta de mariscos. La almeja pismo proveniente de sus aguas, es uno de los ingredientes principales; una almeja gigante, con un sabor fresco, una textura consistente, firme y de las más sabrosas. En estos puestos los marisqueros abren y limpian las almejas al momento, las preparan en su concha o en vaso como cóctel, con pepino, tomate, cebolla morada, salsas y limón, una mezcla que hace resaltar los sabores marinos y que sin temor a equivocarme diría que es de las mejores de la vida.    

El Gordito es una de estas carretas, que ofrece un ceviche de atún, una verdadera joyita del lugar; es de atún aleta azul, se sirve en tostadas y lo puedes bañar con una deliciosa salsa de chile jalapeño y habanero que se hace en la casa, también ofrece cocteles de pulpo, camarón y especiales. Como esta carreta hay varias más en Ensenada, empezaron siendo ambulantes, hasta que se colocaron en puntos estratégicos de la ciudad y poco a poco se fueron convirtiendo en iconos de la gastronomía local. Aquí vas a encontrar preparaciones a base de mariscos frescos; tostadas, ceviches y cocteles. 

La Guerrerense es una colorida y siempre repleta carreta, de la señora  Sabina Bandera. Un sitio que comenzó a funcionar en 1960 y que en los últimos años ha tomado fama internacional y se ha convertido en uno de los lugares imperdibles para comer en Ensenada. Sus preparaciones, sus salsas y el carisma de doña Sabina han hecho de este sitio un lugar icónico de Ensenada. Las tostadas son las protagonistas en esta esquina, la de erizo con almeja es de las favoritas, la de paté de pescado, callo de hacha, la de ceviche de caracol y las 10 salsas que prepara Sabina, algunas con chiles que ella misma cultiva, son el ingrediente secreto que si o si debes probar cuando vengas a Ensenada. 

Hace no mucho tiempo Sabina inauguró un restaurante bautizado con su nombre en Plaza Blanca, justo enfrente de la carreta, cruzando la calle. Ahí los comensales pueden sentarse cómodamente y pedir las especialidades de la carreta, pero también unos buenos tacos de pescado o camarón, pozole de mariscos, tacos de pulpo y la increíble sopa de almeja, todo esto acompañado por la cerveza de la casa, clara y oscura, y vinos, blanco, – rosado y tinto–, elaborados con la asesoría  del enólogo Hugo D´Acosta, especialmente para el lugar. 

Más allá de estos carritos, la comida callejera o la comida del Mercado Negro, Ensenada alberga una buena cantidad de excelentes restaurantes, que son la prueba de lo que el talento y el buen producto son capaz de hacer. El primero de esta lista sin lugar a dudas es Manzanilla, no solo por haber sido el primer restaurante de su tipo en la región, sino por lo que  a lo largo de todos estos años ha aportado a la gastronomía mexicana  contemporánea. En la cocina de este lugar están las manos de los chefs Benito Molina y Solange Muris, los cuales llegaron a Ensenada a finales de los noventa y comenzaron a hacer de esta zona un destino gastronómico de alto nivel. Aquí se mezclan elegantemente los ingredientes locales con un toque del mediterráneo y la cocina tradicional mexicana. Benito fue de los primeros chefs en convencer a los productores locales y a los agricultores, que el producto también se debía quedar en la región, porque la mayoría era exportado a Estados Unidos, Oriente e incluso Europa; hoy por hoy, mínimo hay un ingrediente de Ensenada en los restaurantes más top del país.    

En medio del puerto, enfrente del mar, entre yates y barcos, está Muelle 3 un restaurante que tiene más de una década meciéndose con las olas del mar. Tiene un menú en el que sobresalen los productos frescos del mar, pastas y ensaladas. El lugar es pequeño, por lo que es común esperar, lo cual no parece importar a nadie, con esa vista espectacular y la posibilidad de tomarte una cerveza de su excelente selección o de sus increíbles vinos locales. Todo es fresco, preparado desde cero, lo cual requiere tiempo, sus comensales lo comprenden y no les preocupa esperar con tal de probar un delicioso Sashimi de pulpo con tomate deshidratado y aceite de oliva o un ceviche de camarón, pulpo, atún y almejas.   

En el kilómetro 104 de la carretera Tijuana-Ensenada encontrarás Terra Noble un restaurante inolvidable, que busca reinterpretar la gastronomía nacional. Ejemplo de ello son los benedictinos mexicanizados; huevos montados en una gordita de rejas, con papa, salsa, pico de gallo y el ingrediente secreto, una deliciosa crema de frijol; o los huevos divorciados montados en pequeños molletes. Aquí los desayunos son todo un deleite. Te recomendamos pedir una mesa en el patio trasero, así podrás disfrutar de la mejor vista del Pacífico, mientras llevas a tu paladar a uno de sus mejores viajes.  

45 kilómetros separan al Valle de Guadalupe de Ensenada. Viñedos, restaurantes al aire libre, hornos de leña, terrazas, cerros, un aire rústico, campirano y delicioso, conforman la zona vinícola más importante del país. Sus colores, sabores, paisajes y aromas seducen nuestros sentidos. Esta ruta se ha convertido en uno de los destinos predilectos para viajeros nacionales y extranjeros. En los restaurantes se come delicioso y los vinos son de la mejor calidad.

Aquí se goza de un clima tipo mediterráneo; los jesuitas que comenzaron la evangelización hace más de 300 años no dudaron en traer sarmientos y plantarlos, era igual a estar en casa. Y como era de esperarse, el clima y el suelo respondieron. Hoy los frutos de aquellas primeras vides que trajeron los misioneros, siguen dando frondosos racimos y colocando a Baja California como el principal productor de vino mexicano, con el 70% de la producción total. 

Un buen vino generalmente va acompañado de un buen queso y Ensenada los tiene. La Cava de Marcelo es un santuario ideal para vivir esta experiencia. Al adentrarte en el pequeño edificio que resguarda la Cava de Marcelo sentirás que estás ante un lugar divino, en donde los quesos descansan y se añejan apaciblemente. Cuando las compañías mineras llegaron en algún día de 1910, debido a que descubrieron este suelo rico en minerales, sus trabajadores trajeron a las primeras vacas de la región; al terminarse los recursos del subsuelo, las compañías salieron en desbandada, olvidando las vacas, una Holstein, famosa por su producción de leche, mucha y de buena calidad. Así comienza una tradición de productos lácteos, que tras varias generaciones, trajo la primera cava de quesos del continente americano. Aquí el cuidado de los cultivos y del ganado es sumamente importante, porque hacen la diferencia en el sabor y la calidad de los quesos.

Venir a Ensenada es toda una aventura de sabores y aromas. Otro de los atractivos que el puerto ofrece y que en los últimos años ha venido creciendo a la par de la gastronomía, es la cerveza artesanal, que ha dejado de ser una moda para posicionarse como una de las mejores del país, con una propuesta real y creciente. Son varias las cervecerías que junto a los chefs y los vinos han convertido a Ensenada en un destino irresistible y lleno de cosas buenas. Cervezas como Media Perra, Aguamala entre otras, lo que es seguro es que encontrarás un montón de lugares en donde poder degustar buena cerveza y vinos; Cervecería #159, El Chivo Gruñón, Cieli, Maglén Resort y Ruta 90.8 Cervecería, Cervecería Doble C, Cinco Raíces, Transpeninsular entre muchas otras, que no sabrás cuál te gustará más.